EL MERCADO Y LA ECONOMÍA DE LA AUTOGESTIÓN
(Presentación de la nota que salió en el número 1, El mercado son los padres)
*Por Andrés Ruggeri
Las políticas económicas desplegadas en la Argentina de Mauricio Macri ponen a todas las expresiones de la economía de los trabajadores en una situación cualitativamente diferente a la de los últimos años. Al retirar al Estado de su papel de intervención económica y reducir ese rol a asegurar las condiciones para la “libre competencia”, capitalistas y trabajadores, deben sobrevivir con las reglas del mercado. Y, como es lógico, son las grandes corporaciones transnacionales y los grupos económicos más poderosos los que salen ganando.
La novedad del giro que aplica Cambiemos a esta nueva etapa neoliberal es que ya no solo dirige el discurso de la ineficiencia contra el Estado y lo público, sino contra la alternativa solidaria y autogestionada, incluso contra el cooperativismo en un sentido genérico. Para ellos, las cooperativas pueden ser loables emprendimientos, siempre y cuando logren demostrar su viabilidad y capacidad de competir en el mercado. Es decir, si son viables, continuarán, si no, cerrarán. La otra cara es la promoción del emprendedorismo y, como novedad, la “economía colaborativa”. El “emprendedor” es más un individuo que un colectivo, y se lo “incuba” para que aprenda las herramientas para desempeñarse con éxito en la jungla del mercado.
Pero, no debe olvidarse que los trabajadores de la autogestión, a lo largo del tiempo, han ido creando una idea de viabilidad diferente, que no pasa por la acumulación de capital y la máxima rentabilidad, sino por la capacidad de dar trabajo digno a sus miembros y de crear cadenas de solidaridad social. A estas empresas, el mercado más salvaje no las quiebra tan fácilmente.