Cooperativa Perlea y el desafío de crecer en trabajadores y en ventas
Cuando el 5 de mayo del 2021, los dueños de la fábrica de ropa interior Perlea decidieron poner un cartel que decía “cerrado hasta nuevo aviso”, los trabajadores confirmaron la sospecha que repetían hace tiempo, la de la quiebra con 122 familias en la calle. Pero la respuesta no tardó en llegar: ocupar y resistir. Así nació la cooperativa de Trabajo Perlea.
Ubicada desde hace 90 años en Villa del Parque, en la Capital Federal, Perlea diseña y confecciona ropa interior femenina, pero sobre todo corpiños: se tiza, se corta, se cose, se envía a limpieza, se empaqueta y se manda a las lencerías. Hoy ese proceso le da de comer a más de 50 trabajadores que tuvieron un 2022 complejo.
Es que el verano pasado casi no pudieron producir por los constantes cortes de luz. Más adelante,, se encontraron con los límites que les imponía la falta de maquinaria, de trabajadores y el tener la cabeza más en trámites administrativos que en producir.
“Más allá de eso el trabajo fue muy bueno, pudimos mantener a los clientes y las ventas, que fueron muchas”, contó a Autogestión el secretario de la Cooperativa Perlea, Daniel Peralta, quién también se refirió al alivio que significó que hayan accedido al Programa de Reactivación y Desarrollo Productivo Cooperativo (REDECO), dependiente del hasta ese entonces Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
La Cooperativa Perlea pudo acceder así a un financiamiento por $19.700.000 que “fue un respiro muy grande”, reconoció Peralta. “Con ese capital pudimos invertir en los elásticos para la confección de los corpiños; en la compra de telas, que son muy caras; adquirimos máquinas de coser y una camioneta utilitaria que nos permite hacer las entregas a nuestros clientes”, detalló. Gracias al financiamiento de REDECO, la cooperativa Perlea realizó una inversión que le da previsión hasta el 2024: “elásticos pudimos comprar los más caros y de mayor calidad, y tenemos insumos disponibles hasta el año que viene. Y en el caso de las telas, la empresa Nicotex nos realiza una tela exclusiva y pudimos comprar 1.800 kilos para este año y el 2024”.
“El objetivo de este 2023 es sumar más personal, que vuelvan los compañeros que se fueron, ya que hay pocas personas que sepan de costura con máquinas industriales. Además de que con la quiebra se fueron muchos administrativos, que también nos faltan”, contó el secretario de la Cooperativa Perlea.
Pero otro de los temas a solucionar por los trabajadores es el predio de Lascano 2470, donde está la planta. Luego de la quiebra del 2021, el terreno quedó a disposición del Juzgado Nacional Comercial 5, quien autorizó que la cooperativa permanezca hasta diciembre de 2022 a cambio del pago de un canon locativo por el uso exclusivo del inmueble.
“Tenemos el contrato del predio vencido a diciembre del año pasado, y en el juzgado aun no nos dijeron nada. Aunque en la última audiencia se nos dijo que nos iban a dar la continuidad por un año más, a pesar de que nosotros pedimos cuatro. Como ahora hay feria judicial, en febrero recién vamos a tener novedades”, explicó Peralta.
La cooperativa Perlea apuesta a que algún día la justicia disponga la subdivisión del predio para al menos adquirir una parte y así funcionar sin riesgos de desalojos. Pero para eso falta mucho. Mientras tanto, los trabajadores siguen adelante, con el objetivo de producir y vender más.
